En las próximas semanas y meses el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, EZLN se constituirá en la referencia obligada.
Su impactante aparición la mañana del viernes 21 de diciembre en una marcha silenciosa que protagonizaron 40 mil indígenas en perfecto orden y en formación militar, nos habla sí de su reaparición, pero con un nuevo enfoque.
El EZLN se reinventa a sí mismo.
Luego de los sexenios panistas en los que hibernó en la selva chiapaneca reaparece para enfrentarse con su añejo adversario: el PRI sistema.
El comunicado de Marcos escueto y contundente es una breve poesía que anticipa el resurgimiento de su movimiento de insurrección; con la advertencia: “lo que para ustedes era un día luminoso, para nosotros era la noche; lo que para nosotros será un día radiante, para ustedes será la noche”.
Es parte de la inherente alegoría que acompaña los escritos de Marcos.
“¿Escucharon?
Es el sonido de su mundo derrumbándose.
Es el del nuestro resurgiendo.
El día que fue el día, era noche.
Y noche será el día que será día.
Comunicado del comité clandestino revolucionario indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional de México.
¡Democracia! ¡Libertad! ¡Justicia!
Desde las montañas del Sureste Mexicano Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del EZLN
Subcomandante Insurgente Marcos México,
Diciembre del 2012”
Las preguntas son:
¿Hasta dónde puede llegar esta “reinvención” del EZLN?
¿Cuáles serán sus nuevos alcances?
¿Tiene una nueva estrategia?
Es evidente que el zapatismo no puede variar mucho de aquel que vimos surgir en 1994 y luego negociar en las mesas de la Comisión de Concordia y Pacificación, Cocopa.
Marcos es el mismo. Y el Ejército Zapatista mantiene su perfil.
Empero el contexto nacional es radicalmente distinto de aquel 1994.
Aun en aquel año 2001 cuando Marcos dejó la neblina de la selva, para circular por las carreteras hasta llegar a la ciudad de México, el respaldo que tenía en las zonas urbanas era la simpatía e incluso fascinación que despertaba su enigmática capucha.
2001 fue el viaje del pasamontañas, del carisma, de la poesía revolucionaria, del guerrillero convertido en mito y leyenda. Pero… hasta ahí.
Fue la caravana de aquella memorable entrevista que Julio Scherer García hizo a Marcos la madrugada del sábado 10 de marzo de 2001, en la Parroquia de la Asunción de María, delegación Milpa Alta.
En realidad no hubo repercusión social alguna. La caravana fue una noticia que así como apareció, de la misma forma desapareció.
Han pasado casi 12 años y hoy las circunstancias son distintas.
Luego de las elecciones de 2012, se presentan todas las condiciones para que el EZLN encuentre una base y un respaldo social en lo que siempre fue su talón de Aquiles: las zonas urbanas.
En el marco de un escenario de grupos rebeldes que mantienen obsesivamente su carácter insurrecto, lo que viene en 2013 es una consecuencia lógica.
Se dará una coalición, una alianza de facto entre EZLN y el movimiento #YoSoy132 junto con toda una serie de grupos radicales que comparten su ímpetu subversivo.
Se dará de manera tácita otro “Pacto”.
La base urbana era el factor del que adolecía el zapatismo, desde sus orígenes, hace 18 años.
Hoy ya tiene un brazo urbano que se hace llamar #YoSoy132 y todo el entramado de grupos que giran a su alrededor.
A su vez al movimiento juvenil (tantas veces cuestionado sobre sus verdaderos operadores y orquestadores) le faltaba un respaldo que lo legitimara.
#132 se estaba convertido en una babel juvenil y se desmoronaba paulatinamente. Además el movimiento universitario adolece de un fundamento y cimiento ideológico, mismo que ahora le brindará la sombra generosa del EZLN.
Marcos vuelve con esa misma aura de poeta revolucionario, con esa enorme facultad para develar el drama de las etnias chiapanecas en prosas de trascendencia universal.
Pero a diferencia de hace 18 años, hoy tiene cajas de resonancia en las principales zonas urbanas de México.
Por supuesto habrá figuras y movimientos con un espíritu auténtico y otros que solo pretendan lucrar con una capucha.
Habrá que distinguir entre los auténticos y legítimos movimientos sociales y los grupos manipulados que solo buscan un pretexto, una excusa para golpear políticamente y luego replegarse.
Esos grupos que como parte de un guión, utilizan banderas sociales como argumentos de mercadotecnia.
En su momento nunca se dieron marchas en contra de las masacres de Villas de Salvarcar, San Fernando o Casino Royale. Tampoco se dio una sola expresión en favor de los padres de la guardería ABC, empero la efervescente campaña resucitó el nombre de “Atenco” y lo colocó como primer estandarte de la agitación universitaria.
Y hoy resurge el nombre de “Acteal”.
Los agoreros de la agitación, mercadólogos de la subversión, propagandistas de la insurrección han encontrado un nuevo ícono, se llama Acteal y aunque nunca lo mencionaron en meses anteriores, hoy se convierte en el centro de su “espíritu revolucionario”.
“Acteal” este nombre, estas 6 letras que nunca vimos en las pancartas de #YoSoy132, que no se mencionaron en “live strem”, que tampoco fueron motivo de sus maratónicas sesiones y que jamás fueron “Trending Topic” ahora pasarán a convertirse en el eje sobre el que gire toda su actividad.
Los mismos que gritaban: “Si hay imposición, habrá insurrección” jamás se acordaron de la matanza de Acteal. Pero hoy la harán el centro de su existencia.
El reclamo zapatista es inapelable y representa la más legítima de las demandas, justicia frente a la muerte de 45 indígenas tzotziles que fueron bestialmente asesinados ante la más infame complacencia oficial.
La exigencia de que autores materiales e intelectuales sean sometidos a la justicia es incuestionable. Reclamo con la clara dedicatoria al flamante operador peñenietista Emilio Chuayffet Chemor.
Lo que viene es inminente. En 2013 habrá una coalición de movimientos radicales. Las condiciones ahí están a la vista del país entero.
Y por si a este escenario le faltara algo, basta recordar que desde hace meses uno de los mejores periodistas de México Raymundo Riva Palacio viene advirtiendo sobre los indicios de un impetuoso resurgimiento en las acciones del Ejército Popular Revolucionario (EPR).
En dos entregas de su columna “Estrictamente personal” intituladas “¿Qué trama el EPR?” y “El verano del EPR” documenta la inusual reactivación del movimiento guerrillero y señala que tuvo una injerencia directa en las revueltas estudiantiles de Ayotzinapa, Guerrero y en Morelia, Michoacán.
Con estos indicativos el escenario rumbo al 2013 parece mostrar severas complicaciones al gobierno de Enrique Peña Nieto y su operador Miguel Ángel Osorio Chong.
La nueva administración federal deberá apostar al respaldo de la opinión pública. Ya que si bien es cierto el llamado a incendiar el país puede resultar atractivo para algunos grupos, está claro que los amplios sectores de la población no están contagiados del frenesí revolucionario.
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