En horas recientes se ha divulgado la versión de que Genaro García Luna estaría a punto de lograr una negociación con el Departamento de Justicia de los Estados Unidos. De acuerdo a la nota de Alan Feuer, reportero del New York Times, el exfuncionario de Seguridad Pública estaría por lograr un pacto con fiscales federales de Brooklyn.
Se supone que García Luna habría de revelar información medular a cambio de reducir su condena.
De entrada pudiera parecer la gran posibilidad de que el expolicía exhiba información sobre sus jefes, Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón. En México el furor popular se va a desbordar en las redes sociales.
Pero hasta el momento se desconoce si eso realmente pueda suceder. Nada garantiza que un pacto entre los fiscales de Brooklyn y García Luna derive en formales acusaciones contra los expresidentes panistas.
Lo que será verdaderamente lamentable y doloroso es que el criminal que operó el desgarramiento de México pueda gozar de un pacto que le permita reducir su condena.
Desde el escritorio de Genaro García Luna se orquestó la falsa guerra contra el crimen organizado. En ese momento los cárteles se empoderaron. No solo la organización de Sinaloa, sino todos los grupos delictivos.
Esto derivó en una violencia atroz y salvaje; poblaciones y regiones enteras quedaron sometidas bajo la dictadura de las balas; ciudades otrora serenas se convirtieron en campos de guerra donde circulan por las calles armas propias de ejércitos; el saldo de sangre es incuantificable; el Estado Mexicano no tiene la capacidad para calcular las pérdidas humanas; criminales y civiles inocentes son por igual ultimados o desaparecidos.
En Cúpula hemos denominado a este episodio el Holocausto Mexicano.
Tan solo hace unas horas Alejandro Encinas, Subsecretario de Derechos Humanos, declaró que en los últimos 13 meses se han encontrado 873 fosas clandestinas. Pero debe señalarse que el gobierno federal ni busca, ni excava fosas. Esa labor la realizan colectivos de madres de desaparecidos que desde Ciudad Juárez hasta Coatzacoalcos buscan a sus hijos con pala en mano.
Los funcionarios forenses quedan horrorizados al encontrarse con terrenos en los que hallan miles de fragmentos humanos. Cementerios con cientos y cientos de cadáveres que permanecen sin identificar, porque los gobiernos no atienden a esos grupos que buscan a sus familiares.
Estamos ante la peor catástrofe humanitaria en la historia nacional. Repetimos, es lo que hemos llamado el Holocausto Mexicano.
Por su personal y por la fuerza del armamento criminal este episodio también puede entenderse como una guerra interna.
Y esta masacre que alcanza todos los puntos del país fue concebida, operada y orquestada por un sujeto al que se le puede considerar un criminal de guerra: Genaro García Luna; quien por supuesto no podría haberlo hecho sin el apoyo de sus jefes políticos, Fox y sobre todo Calderón.
Repetimos si los fiscales federales de Brooklyn negocian a cambio de información que inculpe directamente a los expresidentes el acuerdo podría ser provechoso. Pero nada garantiza que así sea.
Mientras tanto estamos ante la gran ironía; uno de los criminales responsables del baño de sangre que flagela a México podría negociar con el ‘Departamento de Justicia’.
¿Cuándo se va a castigar a los responsables de esta catástrofe humanitaria si en cualquier momento pueden llegar a un arreglo que les sirva a las instituciones gringas, pero no a las madres mexicanas? ¿Dónde queda el verdadero concepto de justicia?
A los mexicanos solo nos queda esperar frente al televisor para saber hasta dónde llega la justicia estadunidense y cuál será el destino de los criminales que causaron esta tragedia nacional, mientras escuchamos que en nuestro país la premisa principal es ‘fuchi guácala’.
Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com