Una de las mentes más siniestras de la política mexicana, el expresidente Carlos Salinas de Gortari, lo llamó ‘La Leyenda’.
Sin duda el personaje fue emblemático del México de las instituciones. En plena Guerra Fría lo mismo era comisionado para recibir a Fidel Castro que a John F. Kennedy. En su agenda tenía los teléfonos de los agentes de la Inteligencia Cubana, la KGB y al mismo tiempo se reunía con los enviados de la CIA.
Fue el alfil negro en el tablero de ajedrez de varios presidentes de la República; un soldado leal al régimen priista que mantuvo 70 años de estabilidad social. Su institucionalidad y eficiencia eran legendarias. Sin duda el más importante policía político de su tiempo, de esto se deriva todo lo que se puede decir de un operador; evidentemente no era un monje.
Las crónicas periodísticas narran que cuando sacó su archivo personal de las oficinas Bucareli se necesitaron dos tráileres que fueron cargados durante toda la madrugada. Ahí estaban los secretos del México que se fue.
El capitán Fernando Gutiérrez Barrios fue, efectivamente, una leyenda de la seguridad nacional.
Pero hoy nadie se acerca a su oficio, su conocimiento, a la dedicación que imprimió a ese trabajo de caminar por las cloacas y las catacumbas del sistema político mexicano. Lo recordamos y no podemos evitar el contraste con el momento que presenciamos.
Hoy tenemos un presidente de la República que –todavía-, tiene un enorme, un gigantesco respaldo popular. Un ejecutivo que semeja a un jugador de futbol que avanza como delantero, pero en ocasiones tiene que bajar a la defensa y en dos o tres momentos ha hecho las veces de arquero.
En esta Cúpula lo hemos apuntado en varias ocasiones: el presidente López Obrador no tiene operadores políticos; no tiene alfiles, caballos, ni torres.
Todo lo tiene que hacer él mismo, porque su equipo simplemente no tiene la capacidad y el oficio político para apoyar su presidencia.
Esto desemboca en el hecho de que grandes capitales del país, pública y abiertamente se alían con jueces federales para objetar y bloquear Santa Lucía, uno de sus principales proyectos. Grupos de policías federales realizan bloqueos y manifestaciones en diferentes partes de la República para refutar su proyecto de seguridad.
Y ante estos acontecimientos desde hace semanas nadie sabe qué hace la Secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero; mientras el Secretario de Seguridad Pública Alfonso Durazo Montaño solo atina a descalificar a los elementos sublevados, pero es incapaz de desmantelar el conflicto.
La realidad es que en materia de gobernanza el presidente no tiene quien le escriba.
Y esto es profundamente grave, en extremo delicado. Porque la escasa gobernabilidad del país se está yendo por una coladera. Y ya cualquiera, así textualmente, cualquiera se le sube a las barbas al mandatario.
Por supuesto que ante esto hay una solución. Solo que la receta es un conjunto de especies amargas; es un platillo de ingredientes agrios y aderezos crudos. Morena no tiene operadores políticos; además no tiene tiempo para formarlos o prepararlos; por lo menos no para este sexenio.
No le queda otro remedio que llamar a quienes en otro tiempo fueron los maestros de la ‘tenebra’; los operadores del viejo priismo.
Así como llevó a Bartlett Díaz y Gertz Manero, así de la misma forma el presidente debe pensar en llevar a su gabinete a un personaje del añejo PRI como Manlio Fabio Beltrones u otro discípulo de Bucareli.
No olvide el lector que al inicio del sexenio, López Obrador estuvo tentado a incluir a Meade Kuribreña en su gabinete.
El planteamiento puede parecer extremo, radical, incluso contrario a las premisas de la 4T. Pero es el momento en que el presidente lea a Nicolás Maquiavelo y la anotación que Napoleón hizo a ‘El Príncipe’: el fin justifica los medios.
Y ante la avalancha de lodo que han lanzado en su contra no le queda otra opción que buscar un antídoto, que es el mismo veneno solo que aplicado en sentido inverso.
Ya veremos si lo hace. O si deja que la gobernanza del país se le siga diluyendo entre los dedos.
Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com