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Es evidente que Claudia Rivera Vivanco aún no se da cuenta que está frente a la tormenta perfecta; todos los elementos se han reunido para causar una catástrofe electoral, pero ella no lo asimila. Vamos a hacer un recuento de los factores que se acumulan.

Primero.- Una gestión desastrosa. El primer elemento es el papel caótico que Claudia Rivera Vivanco desarrolló al frente de la presidencia municipal de Puebla. No son una o dos, sino varias mediciones que la califican como una de las peores alcaldesas del país. Basta platicar en cualquier colonia de la ciudad para percatarse del enorme rechazo y el repudio social que genera su gestión. Solamente la aprueban los empleados municipales y los bots que contrata para acallar las verdaderas voces ciudadanas. Simplemente es imposible que la sociedad poblana le pueda dar su voto.

Segundo.- La confrontación como ausencia del oficio político. Claudia Rivera se confrontó contra prácticamente todos los agentes políticos de Puebla. Se peleó con el gobernador Barbosa Huerta, porque esa fue la indicación que recibió; se confrontó con el Congreso del Estado; de plano chocó con cientos y cientos de comerciantes establecidos; desmintió a los presidentes auxiliares que reprobaron su administración. Rivera Vivanco fue una especie de huracán que devastó todos los puentes políticos. Hoy tiene más adversarios que aliados.

Tercero.- La ausencia de legitimidad. Durante semanas aseguraron que Claudia Rivera había ganado las encuestas de Morena rumbo a la candidatura. Hoy documentos oficiales confirman que dichas encuestas nunca existieron; que en realidad se trató de una imposición. La candidatura de Claudia es ilegítima; podrán sostenerla porque así quieren las señoras que mandan en el Comité Ejecutivo Nacional de Morena, pero la marca de la ilegitimidad no se la podrán quitar. Hoy los escasos sectores sociales que aún creían en ella saben que es producto de una imposición.

Cuarto.- El escándalo Saúl Huerta. Por si todo lo anterior fuera poco, ahora un segundo huracán llega sobre Morena Puebla. El caso Saúl Huerta ocupa las primeras notas en todos los noticieros nacionales; Denise Maerker, Ciro Gómez Leyva, Azucena Uresti inician sus espacios con las acusaciones contra Huerta. El terremoto se siente en las conferencias mañaneras del presidente López Obrador y en el escritorio de Claudia Sheinbaum. Pero en Puebla Rivera Vivanco quiere omitir y soslayar la crisis. No se da cuenta que el terremoto tendrá secuelas, daños colaterales y que ella recibirá los efectos.

Esta es una sinopsis del peor desastre municipal que ha visto la Angelópolis y que terminará por arrollar las aspiraciones reeleccionistas de Claudia Rivera. Cualquier ciudadano; hasta un adolescente podría darse cuenta de la magnitud de la crisis.

Todos lo ven, menos la candidata.

Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com