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Aquel viejo PRI, el que se ufanaba de sus 70 años de paz social fue un verdadero fenómeno. Inapelable, indiscutiblemente el tricolor supo mantener siete décadas de estabilidad. El modelo de disciplina política y policiaca que se ejercía desde Bucareli funcionó, aunque no sin señalamientos.

La gobernanza del país se conducía desde la Secretaría de Gobernación y la mano dura era la Dirección Federal de Seguridad (DFS). Entre esas dos dependencias le dieron al país varias generaciones de policías políticos. Los jefes fueron Ernesto Uruchurto Peralta, Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría, Mario Moya Palencia, Manuel Bartlett y entre los operadores de aquellos destacaron Javier García Paniagua, Miguel Nazar Haro, José Antonio Zorrilla Pérez y el hombre que fue el símbolo, el emblema de aquel México: el capitán Fernando Gutiérrez Barrios.

A la llegada de los presidentes neoliberales: Salinas de Gortari y Zedillo, se fueron desmantelando las estructuras de inteligencia policiaca. El tema era muy simple: todos los policías de élite estaban relacionados con la cúpula política y los tecnócratas no podían permitir que ‘los rudos’ siguieran detentando el poder bajo la mesa.

Con la llegada de los mandatarios panistas, Fox y Calderón, todo el andamiaje y la estructura completa de seguridad nacional fueron abandonadas; simplemente se dejó morir todo el aparato de inteligencia. Y en esas condiciones al michoacano Calderón se le ocurrió lanzar una ‘guerra’ en contra del narcotráfico.

El episodio desembocó en la mayor crisis humanitaria que se haya visto. La violencia se apoderó de medio país.

Con el arribo de Peña Nieto se esperaba el resurgimiento de los aparatos policiaco y de inteligencia. Pero nada de eso ocurrió. El negligente e indolente mandatario solo otorgó licencias de impunidad a los gobernadores de su sexenio.

Y ahí están los casos de ejecutivos señalados de sostener relaciones con el crimen organizado: César Duarte de Chihuahua; Javier Duarte de Veracruz; Eruviel Ávila del Estado de México; Fausto Vallejo Figueroa de Michoacán; Graco Ramírez de Morelos; Roberto Borge Angulo de Quintana Roo, entre otros.

Con Peña Nieto la impunidad se empoderó como nunca antes. Pero los temas de la corrupción son menores en comparación a los de complicidad criminal.

Casos como La Estafa Maestra fueron salvajes saqueos financieros, pero no hay comparación al hecho de que gobernadores como Javier Duarte otorgaron licencias a los criminales para que pudieran matar y desaparecer a quien quisieran.

Es tan endeble, tan raquítica y al mismo tiempo tan infame y tan ridícula la justicia mexicana que Duarte es procesado solamente por ilícitos patrimoniales, pero los delitos de Lesa Humanidad, la complicidad con organizaciones criminales, esos no se tocan.

Hoy el presidente López Obrador ofrece paliar la violencia que azota al país. Pero con el equipo que tiene es muy poco probable que lo logre.

El Secretario de Seguridad Pública Alfonso Durazo Montaño puede ser un buen escribano que tome notas para su jefe, pero nada más. El Subsecretario de Derechos Humanos Alejandro Encinas Rodríguez, es un hombre de militancia izquierdista, pero dista mucho de ser un policía que persiga a los autores de los grandes crímenes de éste país. Y de la distinguida jurista Olga Sánchez Cordero mejor no hablamos. Es una dama de enorme respetabilidad, pero en el rubro de la gobernanza nacional no tiene ni la menor idea de qué hacer.

La conclusión debe expresarse a bocajarro, a quemarropa, como los tiempos lo reclaman.

Si el presidente López Obrador quiere cumplir su promesa de paliar la violencia desbordada que azota al país necesita una nueva generación de policías políticos. Necesita de un nuevo Gutiérrez Barrios, nuevos operadores como Nazar Haro o García Paniagua.

Esto es una guerra y solamente se ganará con combatientes implacables y fríos estrategas. De otra manera la violencia será la ola que habrá de derrumbar la imagen y la fuerza presidencial.

Para ir a la guerra AMLO debe crear un ejército de operadores inclementes. De lo contrario, lamentablemente no podrá ganarla.

Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com