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Las reseñas periodísticas apuntan que tanto Italia como España relajaron las medidas de confinamiento. Los grandes sectores sociales seguían asistiendo a estadios, bares, cafeterías, restaurantes…

El costo fue descomunal. Los índices de letalidad, las cifras de decesos fueron enormes en comparación a sus países vecinos.

En México seguimos escuchando alegres discursos como “Ya falta poco… Estamos viendo la luz al final del túnel”, cuando en realidad los verdaderos especialistas y científicos señalan que el desastre apenas está por iniciar.

A mediados del mes de mayo comenzarán las consecuencias de los meses “vacíos”, en los que el país no se preparó para el desastre.

Estudios académicos señalan que al día 2 de mayo el número de mexicanos contagiados puede ascender a 265 mil personas; esto de acuerdo al “Centro de Información Geográfica sobre Covid-19” de la UNAM.

De ninguna manera debe olvidarse que en palabras del mismo López-Gatell el modelo “Centinela” arroja un cálculo que debe multiplicarse por 8 para obtener una cifra estimada o proyectada.

El problema es que el sistema de salud mexicano va a tientas ya que no existen las pruebas necesarias y suficientes para obtener un cálculo realista.

Hace 551 años, el 3 de mayo de 1469, nació Nicolás Maquiavelo quien acuñó una frase para iluminar este momento: «El primer método para evaluar la inteligencia de un líder es observar a los hombres que le rodean».

El sistema de salud fue entregado a personas indolentes, incapaces, inoperantes. En horas recientes también se revelaron datos duros sobre el subejercicio en el gasto de salud.

El primer año de la actual administración federal no se aplicó un monto mil 472 millones de pesos destinado al rubro.

El equipo básico de protección para todo médico y enfermera cuesta aproximadamente 4 mil pesos, en precio al menudeo, al mayoreo obviamente baja. Hubieran bastado tan solo 200 millones de pesos para dotar de overoles, cubrebocas N95, googles anti vaho, mascarillas, caretas, guantes y botas a 50 mil profesionales de salud.

50 mil médicos, enfermeras, camilleros, personal de intendencia, estarían protegidos con tan solo una parte del subejercicio en el rubro de salud.

Pero en este contexto desde hace unos días se han revelado datos sobre el lucro que el clan Bartlett está obteniendo en medio de la pandemia.

El junior del director de la Comisión Federal de Electricidad, León Manuel Bartlett Álvarez, es dueño de una empresa llamada “Cyber Robotics Solutions” que obtuvo un contrato millonario por parte de la delegación Hidalgo del IMSS.

Una investigación de “Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad” mostró una operación por 31 millones de pesos.
Pero en horas recientes se agrega una nota de Carlos Loret que exhibe los contratos que el hijo del político obtuvo

con las Secretaría de la Defensa, de Marina, así como con ISSSTE e IMSS por un monto global de 160 millones de pesos.

El dinosaurio se mueve en la 4T de la misma manera que lo hacía en el PRI; pactando bajo la mesa, acomodando las piezas a su antojo, ejerciendo el tráfico de influencias como en sus mejores años.

Cada mes se añaden más y más evidencias de la corrupción y el enriquecimiento de Bartlett Díaz, pero ahora se suman las operaciones que realiza a través de su hijo.

Desde hace décadas, desde tiempos de Zorrilla Pérez, Manuel está acostumbrado a responder a todas las acusaciones e imputaciones con un cinismo y desfachatez que no tienen comparación. Por supuesto esta ocasión no será la excepción.

Sin embargo, hasta el momento lo siguen protegiendo. El costo político de sostenerlo es brutal, simplemente es indefendible.

Las implicaciones de cobijarlo dejarán severas consecuencias políticas. Pero aún no se dan cuenta.

Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com