En días recientes el portal Contralínea publicó una nota sobre un acuerdo binacional llamado “Código Negro” que pretende lanzar una embestida definitiva en contra del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Se debe agregar que la nota tuvo una amplia resonancia en medios nacionales, pero hasta el momento ni las dependencias mexicanas o las agencias estadunidenses han confirmado o desmentido la existencia del referido operativo.
Desde la administración de Peña Nieto el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) tuvo un crecimiento exponencial y de hecho se convirtió en el cártel del sexenio. Prácticamente arrasó con el Cártel de los Zetas y los fue eliminando estado por estado, hasta reducirlos a pequeñas células regionales.
El ejemplo contundente es Veracruz donde el CJNG tomó el control de las principales ciudades: Xalapa, puerto de Veracruz, Coatzacoalcos, Minatitlán, Poza Rica, entre otras; mientras que los Zetas y el grupo Sombra fueron arrojados a pequeños municipios como Acultzingo donde tienen su feudo.
Las versiones de que se prepara un operativo binacional llamado “Código Negro” y que arrancará en el estado de Zacatecas solo fueron confirmadas de manera parcial y sesgada por el gobernador David Monreal Ávila, quien en una entrevista de banqueta se mostró titubeante sobre el tema y señaló que ellos verán el aspecto “doméstico”.
En los últimos años el estado de Zacatecas -junto con Guanajuato y Michoacán-, se ha convertido en uno de los epicentros de la violencia que azota a México.
Los señores Monreal deben tener un interés especial en contener esa situación, ya que David es gobernador y Saúl Monreal -otro miembro de la dinastía-, es presidente municipal de Fresnillo, el municipio con mayor “percepción de miedo por inseguridad” de acuerdo a la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana.
Es claro que en el sexenio de la estrategia de seguridad basada en las premisas de “Abrazos, no balazos” y “fuchi, guácala”, la voluntad de enfrentar al crimen organizado es más que cuestionable.
Versiones completamente fundamentadas y sustentadas en datos duros reflejan que en diferentes regiones del país el crimen organizado operó abiertamente a favor de los candidatos de Morena. Para estas alturas es evidente que los grandes capos del narcotráfico son mejores operadores electorales que los dirigentes de partido.
Es decir, Ovidio Guzmán garantiza más votos que Citlalli Hernández Mora o Bertha Luján Uranga.
Estos argumentos pueden enardecer a las fanatizadas huestes morenistas, pero el pasado proceso electoral dejó de manifiesto que existe un narco pacto electoral, mismo que arrojó magníficos resultados para los intereses del grupo en el poder.
En este escenario la implementación del operativo “Código Negro” aún está por verse, es una mera versión periodística.
Y en todo caso se deberá a la voluntad política del gobierno de Joe Biden, quien desde el inicio de su gestión ha enviado a México a las cabezas de las agencias de seguridad estadunidenses.
Es inapelable el interés que muestra Washington por contener el poder de los cárteles mexicanos; mientras que en Palacio Nacional están encantados de tener su apoyo como operadores electorales.
El éxito, la contundencia o los resultados que pueda mostrar “Código Negro” se deberán al interés que existe en la Casa Blanca.
En México ya se han anunciado otros pomposos operativos cuyos resultados han sido más que magros.
En concreto en junio de 2020 con bombos y platillos se informó del operativo “Agave Azul” implementado por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF). La versión señaló que se habían congelado las cuentas bancarias de mil 770 personas físicas, 167 empresas y dos fideicomisos que estaban ligados al CJNG.
¿Qué sucedió después de “Agave Azul”?
Nada, absolutamente nada.
El citado cártel siguió imponiendo su reino de terror en 24 estados del país donde a punta de balazos pelea ciudades y regiones enteras. Como si fuera Afganistán o Siria.
Ya veremos si “Código Negro” es una realidad o no.
DOCUMENTOS DEL HOLOCAUSTO MEXICANO.
EL DOCUMENTAL QUE RETRATA EL DÍA MÁS VIOLENTO QUE HA VISTO CULIACÁN.
“El día que perdimos la ciudad” es un documental de tan solo 34 minutos que presenta los testimonios y las imágenes de lo que ocurrió el 17 de octubre de 2019, cuando el gobierno federal desplegó un fallido operativo para detener a Ovidio Guzmán López en Culiacán, Sinaloa.
Aunque algunas imágenes ya habían circulado en medios nacionales, el documental los va enlazando, entretejiendo en la narrativa de los ciudadanos de Culiacán.
Esos testimonios que relatan el horror de una ciudad en medio de una guerra convierten al documental en una referencia de trascendencia histórica para conocer lo que verdaderamente ocurrió ese día.
Un testimonio del día que el Estado mexicano se doblegó ante el crimen organizado. Un extraordinario trabajo de los periodistas Marcos Vizcarra y Luis Brito.
Esta es la liga al documental. Ojalá pueda verlo.
https://www.youtube.com/watch?v=gSzqiQqXRMA
Como siempre quedo a sus órdenes.
Tw @CupulaPuebla
cupula99@yahoo.com