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En horas recientes se ha hecho viral el controvertido audio de una plática que Pedro Ferriz de Con sostiene con un grupo de empresarios a través de una plataforma para videoconferencias.

Pese a que ha sido ampliamente difundida la realidad es que no representa novedad alguna. El comentarista es un público detractor de López Obrador, como la mayoría de los comunicadores formales del país.

El único punto interesante que menciona es que el gobernador de Jalisco Enrique Alfaro Ramírez en breve plazo habrá de romper con el mandatario nacional en una especie de insurrección política o un desconocimiento de facto. Es poco probable que esa actitud se extienda a otros estados. Esa expresión de Alfaro será su destape rumbo a las elecciones presidenciales de 2024.

Sin embargo lo verdaderamente interesante en esa plática son las preguntas de los empresarios. Una interrogante plantea qué se puede hacer ante las elecciones de 2021. Ferriz de Con no les da una respuesta concreta y directa.

Una verdadera estrategia política sería inducir al empresariado a apuntalar liderazgos políticos regionales y distritales para modificar el escenario legislativo en 2021.

El contexto es sumamente complicado para Morena y será muy difícil que pueda mantener la mayoría en San Lázaro. El referido instituto es el partido de un solo hombre y él no aparecerá en la próxima boleta.

Evidentemente la pandemia y la terrible tardanza en reaccionar habrá de traer secuelas devastadoras. El día sábado 18 de abril Zoé Robledo Aburto subió a sus redes sociales el video de la visita a un hospital.

Solo que dicha visita se da 49 días después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró como “muy alta” la amenaza del Covid-19. Esas fueron las semanas que tardó en reaccionar el aparato de salud mexicano y el costo político será demoledor.

Ahí es donde el empresariado puede proyectar a nuevas figuras que presenten un frente contestatario rumbo a la conformación de la Cámara Baja en 2021.

Otra pregunta fue qué sucede con el PAN y el PRI y nuevamente la respuesta fue simple. Se habló del papel de Calderón y que los priistas tienen mucho dinero y furia.

La realidad es que tanto el PAN como el PRI no se regeneraron. No construyeron, ni apuntalaron nuevos liderazgos.

Marko Cortés es la antítesis de un jefe político; es un tipo carente de carisma, sin capacidad intelectual y sin proyecto.

Y en el PRI la fuerza del dirigente Alejandro Moreno no va más allá del edificio de Insurgentes Norte. Rodeado de figuras como Rubén Moreira su perfil es más que sombrío.

Lo más cercano a una nueva generación conductora son Ricardo Anaya y José Meade. Pero sus respectivos partidos no supieron reinventar, regenerar su capital político.

Si estas figuras aparecen en la próxima boleta como candidatos a diputados, pueden revitalizar los ánimos apagados de sus correligionarios. Y si a esto se suman la creación de nuevos cuadros políticos, apuntalados por empresarios, entonces se puede crear un verdadero frente de choque.

El país necesita urgentemente de equilibrio.

Inevitable, inexorablemente Morena caerá en un desgaste y deberá prepararse para ello. Pero mientras no se construya un sistema de pesos y contrapesos, México seguirá en un bache que a nadie conviene.

La derecha, la izquierda y el empresariado deben aprender a convivir y cohabitar. Uno no puede desaparecer al otro. Esta no es la Guerra de Reforma con fusilamientos en el Cerro de las Campanas.

Solo con equilibrio podrá construirse un país más sólido.

Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com