El dato es revelador y permite entrever los profundos niveles en los que se mueve Eduardo Medina Mora. El perfil del funcionario bajo investigación revela su operación en espionaje político, en las estructuras de Seguridad Pública, en la Procuraduría General de la República y en la cúpula del Poder Judicial.
Pero todo indica que en esos cargos Medina sirvió, no únicamente a los grupos políticos que lo cobijaron como Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Es muy probable que sus componendas pudieran ir más allá; incluso hasta las cloacas y catacumbas del crimen organizado.
No debe olvidarse que Medina Mora fue operador de la guerra desatada por Calderón y brazo aliado de Genaro García Luna en ese fatídico sexenio. Desde la Procuraduría General de la República (PGR) Medina tuvo acceso directo a la simulación que se montó sobre la supuesta guerra contra la delincuencia organizada.
Es significativo que luego de ese cargo tuvo que ser exiliado como Embajador en Reino Unido, nación en la que crearía vínculos bancarios.
Con el arribo de Peña Nieto, el abogado regresó a México por la puerta grande y se crearon todas las condiciones para su ascenso a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Tal vez el manto del presidente priista fue otro punto de interés para las investigaciones que iniciaron la National Crime Agency de Gran Bretaña y el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.
Los defensores de Medina Mora, como el panista Marko Cortés, tratan de ignorar que las inusuales transferencias bancarias del político mexicano llamaron la atención de instituciones internacionales. No fue la 4T la que inició la pesquisa.
En base a datos de órganos internacionales, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), denunció formalmente todo ese tramado de depósitos y transferencias que indican la probable participación en una red de lavado de dinero.
Sin embargo esa no parece ser la mayor anomalía en que incurrió Medina Mora, ya que Santiago Nieto ha revelado datos mucho más delicados.
Los servicios que el exministro prestó a grupos de la delincuencia organizada van más allá de lo imaginable.
De acuerdo al funcionario hacendario, Medina Mora facilitó que se descongelaran cuentas bancarias por un monto global de $2’000’000,000; con letra dos mil millones de pesos. A decir de Nieto esos recursos procedían: ‘del tráfico de personas, del narcotráfico y de la corrupción’.
Esto representa que Medina Mora no solo sirvió a los intereses de Fox, Calderón y Peña Nieto, sino que también fue operador y cabildero de los grupos más oscuros. Los que lavan recursos financieros de los cárteles del crimen organizado.
El golpe propinado desde el Palacio Nacional, que atraviesa por la Unidad de Inteligencia Financiera y llega hasta la Fiscalía General de la República (FGR) pone a Medina Mora en la antesala de un proceso penal de consecuencias inimaginables.
No es poco probable que en breve plazo le haga compañía al abogado Juan Collado ya que, de acuerdo con fuentes hacendarias, existen todas las condiciones para librar la Orden de Aprehensión en su contra.
La demolición del aparato priista continúa y tarde o temprano llegará hasta Peña Nieto.
Como siempre quedo a sus órdenes en cupula99@yahoo.com